Aislamiento de fachadas: sistemas de aislamiento
Dentro del aislamiento de fachadas, la instalación de sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE) en fachada cada vez se tiene más en cuenta a la hora de rehabilitar un edificio, para evitar que en nuestras casas haga demasiado calor en verano y demasiado frío en invierno, el aislamiento de fachadas es esencial. Los edificios deben cumplir con la Eficiencia Energética requerida, lo que lleva a la mayor parte ellos a contar con un aislamiento térmico exterior, reduciendo de paso costes en climatización.
Estos aislamientos de fachadas conllevan la ventaja de no tener que recurrir a sistemas artificiales de climatización (aire acondicionado o calefacción) para crear confort dentro de las viviendas, suponiendo un gran descenso en las facturas de electricidad. Todas las habitaciones aisladas térmicamente mantendrán la misma temperatura, evitando
convecciones de aire e incómodas corrientes. En algunos casos, además, dependiendo del material que se utilice, permiten también un excelente aislamiento acústico (por ejemplo, con lana de roca).
Consecuentemente, aunque a priori colocar aislamientos de fachadas suponga un importante desembolso, debe considerarse sin lugar a duda una inversión, ya que el ahorro que tendremos en nuestras facturas hará que nos compense realizar ese gasto, además de la revalorización que automáticamente adquirirá nuestro edificio.
Siena TPC - Aislamiento de fachadas
Ventajas de aislar una vivienda:
- Ahorro en la factura de final de mes
- Conseguir una temperatura constante en todas las estancias
- Ninguna necesidad de recurrir a calefacciones o aires acondicionados
Aislamiento de fachadas: auditorías energéticas y termografías
Es frecuente que las comunidades de vecinos soliciten auditorías energéticas para asegurarse de que se está empleando la mínima energía posible sin perder calidad de vida. A partir de estas auditorías podemos saber exactamente qué nos está llevando a gastar más energía y a plantear las prácticas para un mayor ahorro energético, teniendo en cuenta los costes de las mismas y el tiempo que tardaremos en amortizarlas. De este análisis se obtendrá un informe en el que se reflejará la situación actual del edificio y las mejoras que se pueden llevar a cabo. Es por tanto recomendable que realicen una auditoría energética tanto edificios empresariales como de viviendas.
Para estas auditorías, se recurre a la termografía infrarroja, la mejor técnica que permite averiguar si hay problemas en el edificio que estén implicando un mayor gasto de energía sin que nos hayamos dado cuenta. La termografía detecta pequeños defectos en materiales que no se pueden descubrir por otros medios, basándose en que cada materia tiene una longitud de onda específica que emite energía infrarroja. Dicha energía se puede medir mediante una cámara termográfica, apareciendo de un color o de otro; es decir, se representa en una imagen la intensidad de cada uno de los elementos de nuestro hogar. Así, podemos revelar si un elemento tiene una temperatura distinta a la que debería, en lo que se denomina “puentes térmicos”.
Nosotros efectuamos filmaciones con cámara termográfica del estado de las fachadas, con el fin de detectar puentes térmicos por diferencia de temperatura entre los diferentes elementos arquitectónicos de las envolventes del edificio, para diagnosticar con precisión sus patologías.
Aislamiento de fachadas: condensaciones
Las humedades por condensación son un problema que aparece en épocas frías y húmedas, apareciendo sobre todo en ventanas, paredes y techos. A veces, al llegar el buen tiempo, puede parecer que las manchas han desaparecido, pero probablemente volverán a salir en invierno. Ello es debido a que, en los meses de calor, la humedad del ambiente se reduce mucho y además solemos abrir más nuestras ventanas, igualando las temperaturas dentro y fuera de la vivienda.
Comienzan apareciendo pequeñas gotas de agua que pueden dar lugar a manchas negras de hongos si no se atajan a tiempo. Para solucionar este problema es imprescindible reducir la diferencia de temperaturas entre el interior y el exterior de la vivienda, ventilando o bien aislando. Porque el tener doble cristal en las ventanas no es suficiente para suponer que no vayan a aparecer condensaciones.
Para paliar esta molestia, podemos recurrir, bien al aislamiento de fachadas que hemos comentado anteriormente, a la colocación de pequeñas rejillas alrededor de las ventanas que dejen correr el aire. O bien utilizar una nueva técnica para la erradicación de condensaciones en viviendas, sin obras ni pérdida de espacio y con garantía de 10 años, que además mejora la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Consiste en proyectar una fina capa de corcho natural por el interior de los paramentos de la vivienda que den al exterior, ya que el corcho es un excelente aislante térmico y acústico, lo que hará que nuestra casa sea menos calurosa en verano y menos fría en invierno, suponiendo además una reducción energética superior al 30% al no necesitar aire acondicionado ni calefacción.
Es pues importante no ignorar las humedades de condensación desde el principio, tienen fácil solución y pueden llegar a dañar muebles e incluso ser un problema que afecte al sistema respiratorio de los habitantes de la vivienda si dejamos que se extienda.
